¿Os suena el nombre Maria Salomea Sklodowska-Curie? Probablemente ya sí por el último apellido o podéis también intuirlo por la foto. Es también conocida como la famosa Madame Curie. Seguro que mucho de vosotros la conocéis y sino aquí os contaré quién es.
Nacida en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, Madame Curie fue una química y física polaca, con nacionalidad francesa. Fue, junto con su marido, el físico Pierre Curie, la pionera de la radioactividad. Fue también la primera en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París. Vivió 24 años en Varsovia y ya en 1891 se trasladó a París para seguir con sus estudios.
Era la quinta hija de un profesor de Física y Matemáticas y de una maestra y músico. Fue huérfana de madre a los 11 años y dos años antes había sufrido la pérdida de su hermana mayor. Marie sigue su pasión de las ciencias gracias a su padre. Se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona en 1891. Consigue la licenciatura de Física en 1893 y un año después también se licencia en Matemáticas, obteniendo primer y segundo puesto en dichas promociones. El mismo año que se licencia en Matemáticas, 1894, será cuando conozca a Pierre Curie, profesor de Física. Al año siguiente se casan y tendrán dos hijas: Irène, quien se dedicará también a las ciencias, y Eva, quien se dedicará a la escritura y la música, llegando a escribir una biografía de su madre. Su matrimonio no durará mucho debido a un trágico accidente que sufre Pierre once años después. Sin embargo, siempre trabajaron juntos. En 1895 se descubrieron los Rayos X y en el 96 se descubre la Radioactividad Natural. Marie hará su tesis doctoral sobre el último descubrimiento.
Con su tesis doctoral "Investigaciones sobre las sustancias radiactivas", Marie obtuvo un doctorado (la segunda mujer que lo obtenía pues la primera fue Elsa Neumann) y la mención cum laude. Tras la muerte de su marido, obtuvo la cátedra de Física en la Sorbona en 1904 y dos años después dio su primera clase donde habló de la radioactividad. Acudió mucha gente incluso aquellas que no pertenecían a la Universidad pues era máxima la expectación tratándose de la primera mujer que daba clases en la Universidad.
Marie y Pierre Curie no sólo fueron un matrimonio, sino también un equipo. Estudiaron las hojas radiactivas, en particular el uranio en forma de pechblenda que era más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. Descubren también que el torio podía producir radiactividad. Tras años de trabajo, descubrieron dos nuevos elementos químicos: 1898, el Polonio, llamado así en honor a su país nativo, Polonia, con el que quisieron atraer la atención hacia la pérdida de su independencia; y el Radio, llamado así por su intensa radiactividad. Tarabajaron siempre en un humilde local. El matrimonio nunca patentó sus descubrimientos. Sus grandes descubrimientos para la humanidad fueron donadas con el fin de que esos conocimientos sirvieran para que futuros investigadores pudieran ampliar sus hallazgos con total librertad. Con estos trabajos radiactivos ambos pusieron sus vidas en peligro, sufriendo quemaduras y llagas, mareos e incluso probablemente, la muerte de Marie debido a una anemia aplásica fuera causado por la cercanía a los elementos radioactivos. Durante la Primera Guerra Mundial, colaboró, con la ayuda de su hija Irène, con el bando aliado usando la radiografía móvil en el campo de batalla para tratar a los soldados malheridos. Obtiene junto con su marido y Henri Becquerel el Premio Nobel de Física en 1903, y en 1910, ya fallecido su marido, obtiene el Nobel de Química por el descubrimiento del Radio y el Polonio. Murió el 4 de Julio de 1934. Actualmente descansa junto a su marido y grandes hombres en el Panteón de París.
Espero que os halla gustado la breve historia de esta mujer. A mí no deja de fascinarme. Y lo más fascinante la labor de este matrimonio, el estar cerca de elementos dañinos, no conocidos hasta entonces, los riesgos que sufrieron por avanzar para descubrir qué se podía hacer con ello y entregar todos sus descubrimientos honestamente a futuras generaciones científicas con la esperanza de que esos descubrimientos avanzaran e hicieran algún bien.
Nacida en Varsovia el 7 de noviembre de 1867, Madame Curie fue una química y física polaca, con nacionalidad francesa. Fue, junto con su marido, el físico Pierre Curie, la pionera de la radioactividad. Fue también la primera en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París. Vivió 24 años en Varsovia y ya en 1891 se trasladó a París para seguir con sus estudios.
Era la quinta hija de un profesor de Física y Matemáticas y de una maestra y músico. Fue huérfana de madre a los 11 años y dos años antes había sufrido la pérdida de su hermana mayor. Marie sigue su pasión de las ciencias gracias a su padre. Se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de la Sorbona en 1891. Consigue la licenciatura de Física en 1893 y un año después también se licencia en Matemáticas, obteniendo primer y segundo puesto en dichas promociones. El mismo año que se licencia en Matemáticas, 1894, será cuando conozca a Pierre Curie, profesor de Física. Al año siguiente se casan y tendrán dos hijas: Irène, quien se dedicará también a las ciencias, y Eva, quien se dedicará a la escritura y la música, llegando a escribir una biografía de su madre. Su matrimonio no durará mucho debido a un trágico accidente que sufre Pierre once años después. Sin embargo, siempre trabajaron juntos. En 1895 se descubrieron los Rayos X y en el 96 se descubre la Radioactividad Natural. Marie hará su tesis doctoral sobre el último descubrimiento.
Con su tesis doctoral "Investigaciones sobre las sustancias radiactivas", Marie obtuvo un doctorado (la segunda mujer que lo obtenía pues la primera fue Elsa Neumann) y la mención cum laude. Tras la muerte de su marido, obtuvo la cátedra de Física en la Sorbona en 1904 y dos años después dio su primera clase donde habló de la radioactividad. Acudió mucha gente incluso aquellas que no pertenecían a la Universidad pues era máxima la expectación tratándose de la primera mujer que daba clases en la Universidad.
Marie y Pierre Curie no sólo fueron un matrimonio, sino también un equipo. Estudiaron las hojas radiactivas, en particular el uranio en forma de pechblenda que era más radiactiva que el uranio que se extraía de ella. Descubren también que el torio podía producir radiactividad. Tras años de trabajo, descubrieron dos nuevos elementos químicos: 1898, el Polonio, llamado así en honor a su país nativo, Polonia, con el que quisieron atraer la atención hacia la pérdida de su independencia; y el Radio, llamado así por su intensa radiactividad. Tarabajaron siempre en un humilde local. El matrimonio nunca patentó sus descubrimientos. Sus grandes descubrimientos para la humanidad fueron donadas con el fin de que esos conocimientos sirvieran para que futuros investigadores pudieran ampliar sus hallazgos con total librertad. Con estos trabajos radiactivos ambos pusieron sus vidas en peligro, sufriendo quemaduras y llagas, mareos e incluso probablemente, la muerte de Marie debido a una anemia aplásica fuera causado por la cercanía a los elementos radioactivos. Durante la Primera Guerra Mundial, colaboró, con la ayuda de su hija Irène, con el bando aliado usando la radiografía móvil en el campo de batalla para tratar a los soldados malheridos. Obtiene junto con su marido y Henri Becquerel el Premio Nobel de Física en 1903, y en 1910, ya fallecido su marido, obtiene el Nobel de Química por el descubrimiento del Radio y el Polonio. Murió el 4 de Julio de 1934. Actualmente descansa junto a su marido y grandes hombres en el Panteón de París.
Espero que os halla gustado la breve historia de esta mujer. A mí no deja de fascinarme. Y lo más fascinante la labor de este matrimonio, el estar cerca de elementos dañinos, no conocidos hasta entonces, los riesgos que sufrieron por avanzar para descubrir qué se podía hacer con ello y entregar todos sus descubrimientos honestamente a futuras generaciones científicas con la esperanza de que esos descubrimientos avanzaran e hicieran algún bien.