Buenas noches héroes y heroínas,
Debido a problemas técnicos, hoy será cuando suba el post el cual será algo diferente a lo que normalmente suelo escribir ya que se trata de la foto de un paisaje. Este paisaje es cerca de Santa Brígida, el pueblecito por el que vivo, cuyas vistas son desde la azotea de mi casa.
Vivimos aquí desde Octubre, y cuando vinimos el paisaje era un poco diferente. Claramente el tipico paisaje canario, con su barranco, sus palmeritas, sus montañas... Y más marrón que verde. El verde escaseaba un poquito. Sin embargo, con la entrada del invierno y sus lluvias, el paisaje se ha ido modificando. Todo lo marrón que se veía ya a penas está; abundan colores verdes de distintas tonalidades, oscuros y claros. Me encanta asomarme a la azotea, sobre todo cuando el tiempo está soleado, con a penas unas nubecitas y el fresquito rico del día. Esos días en que sales y el sol te da en la cara pero es necesario usar una rebequita. Por las mañanas el sol da a la azotea y me asomo mirando hacia donde podéis ver, y el paisaje, seco que me parecía al principio, ahora me parece hermoso: campo y más campo, verde y más verde, lejanía, sus grandes montañas resplandeciendo y borrándose en ocasiones con la pequeña neblina. Cada día aprecio más y más esas montañas. Pero aquí, el protagonista es el verde. Dicen que el verde es el color de la esperanza y que da tranquilidad. Si es así, me alegro de estar plenamente rodeada de ese color. Y es curioso como cambia un simple paisaje de la mañana a la tarde. Bajo mi casa hay un pequeño jardín, el cual estaba vacío de hierbajo con algunos arbolitos donde uno de ellos da limones. Pero ahora no se puede caminar por ahí. Es bonito el contraste del verde con el amarillo de esos limones que resultan tan apetecibles. Disfruto cuando me asomo y veo esa lejanía, siento el sol calentito y el fresquito en mi rostro. Resulta tan agradable. Es mirar un paisaje nuevo, resulta, como en otras ocasiones digo para otras muchas cosas, mágico. Relaja. Sí, eso del verde debe de ser verdad. Y resulta tan sencillo, sobre todo en una isla tan pequeña y redonda, pero las islas no son sólo mar y arena.
Aquí, mi pequeña descripción de este paisaje. Disfruten de estos días tan bonitos y luminosos que hace, al menos aquí los días son preciosos.
P.D.: Espero que hallan tenido un feliz día de Reyes.
Debido a problemas técnicos, hoy será cuando suba el post el cual será algo diferente a lo que normalmente suelo escribir ya que se trata de la foto de un paisaje. Este paisaje es cerca de Santa Brígida, el pueblecito por el que vivo, cuyas vistas son desde la azotea de mi casa.
Vivimos aquí desde Octubre, y cuando vinimos el paisaje era un poco diferente. Claramente el tipico paisaje canario, con su barranco, sus palmeritas, sus montañas... Y más marrón que verde. El verde escaseaba un poquito. Sin embargo, con la entrada del invierno y sus lluvias, el paisaje se ha ido modificando. Todo lo marrón que se veía ya a penas está; abundan colores verdes de distintas tonalidades, oscuros y claros. Me encanta asomarme a la azotea, sobre todo cuando el tiempo está soleado, con a penas unas nubecitas y el fresquito rico del día. Esos días en que sales y el sol te da en la cara pero es necesario usar una rebequita. Por las mañanas el sol da a la azotea y me asomo mirando hacia donde podéis ver, y el paisaje, seco que me parecía al principio, ahora me parece hermoso: campo y más campo, verde y más verde, lejanía, sus grandes montañas resplandeciendo y borrándose en ocasiones con la pequeña neblina. Cada día aprecio más y más esas montañas. Pero aquí, el protagonista es el verde. Dicen que el verde es el color de la esperanza y que da tranquilidad. Si es así, me alegro de estar plenamente rodeada de ese color. Y es curioso como cambia un simple paisaje de la mañana a la tarde. Bajo mi casa hay un pequeño jardín, el cual estaba vacío de hierbajo con algunos arbolitos donde uno de ellos da limones. Pero ahora no se puede caminar por ahí. Es bonito el contraste del verde con el amarillo de esos limones que resultan tan apetecibles. Disfruto cuando me asomo y veo esa lejanía, siento el sol calentito y el fresquito en mi rostro. Resulta tan agradable. Es mirar un paisaje nuevo, resulta, como en otras ocasiones digo para otras muchas cosas, mágico. Relaja. Sí, eso del verde debe de ser verdad. Y resulta tan sencillo, sobre todo en una isla tan pequeña y redonda, pero las islas no son sólo mar y arena.
Aquí, mi pequeña descripción de este paisaje. Disfruten de estos días tan bonitos y luminosos que hace, al menos aquí los días son preciosos.
P.D.: Espero que hallan tenido un feliz día de Reyes.