“Sea en la juventud, vejez o cualquier otro momento, el espíritu no tiene fecha de caducidad”
¡Buenas tardes héroes y heroínas! ¿Qué os parece esta frase? Parece bastante sencilla pero si te paras a pensar en ello, tiene un trasfondo muy significativo. ¿Por qué?
Por un lado, a menudo tendemos a decir que la juventud es una etapa en la que “se debe hacer todo aquello que después será más difícil realizar”, no sólo porque nuestro cuerpo habrá envejecido sino porque la mente también lo hace. Es un momento de aventurarse, de correr ciertos riesgos, de dejar de lado los estereotipos para formarnos como personas (aunque por momentos esto se vuelva una tarea ardua).
Pero… ¿Quién decide cuando deja de ser el momento perfecto para hacer determinadas cosas y cuando no? ¿Qué impide que con 65 años puedas hacer todo aquello que no hiciste y que te mueres por hacer?. Y es que acaso…. ¿Hay edad para soñar, ser feliz y disfrutar de esos pequeños placeres de la vida?
Además de todo ello, si nos paramos a pensar en todo aquello que queremos hacer y lo comparásemos con lo que hemos hecho, nos daríamos cuenta que… ¡no llevamos ni la mitad de la lista hecha! Vivimos en un mundo estresante y agobiante que muchas veces nos hace aparcar nuestros sueños y deseos, y al final, nos terminamos olvidando de ellos.
Pero en Entrenamiento para Héroes queremos acabar con estas dos ideas. Cualquier momento del ser humano es sencillamente magnífico para hacer todo aquello que nos propongamos. Está claro que el cuerpo no es el mismo con 20 años que con 40 o con 70 años, pero nuestra esencia, nuestro espíritu no tiene edad.
Así que seas de la edad que seas, recuerda que las oportunidades que te da la vida para cumplir con tus sueños SIEMPRE están ahí, esperando en tu puerta para cuando las dejes entrar.
P.D.: No se me ocurre mejor representación que este corto canario (sencillamente magnífico) titulado “Las esperas”. Una lección de vida cargada de sabiduría y de carpe diem.
¡Buenas tardes héroes y heroínas! ¿Qué os parece esta frase? Parece bastante sencilla pero si te paras a pensar en ello, tiene un trasfondo muy significativo. ¿Por qué?
Por un lado, a menudo tendemos a decir que la juventud es una etapa en la que “se debe hacer todo aquello que después será más difícil realizar”, no sólo porque nuestro cuerpo habrá envejecido sino porque la mente también lo hace. Es un momento de aventurarse, de correr ciertos riesgos, de dejar de lado los estereotipos para formarnos como personas (aunque por momentos esto se vuelva una tarea ardua).
Pero… ¿Quién decide cuando deja de ser el momento perfecto para hacer determinadas cosas y cuando no? ¿Qué impide que con 65 años puedas hacer todo aquello que no hiciste y que te mueres por hacer?. Y es que acaso…. ¿Hay edad para soñar, ser feliz y disfrutar de esos pequeños placeres de la vida?
Además de todo ello, si nos paramos a pensar en todo aquello que queremos hacer y lo comparásemos con lo que hemos hecho, nos daríamos cuenta que… ¡no llevamos ni la mitad de la lista hecha! Vivimos en un mundo estresante y agobiante que muchas veces nos hace aparcar nuestros sueños y deseos, y al final, nos terminamos olvidando de ellos.
Pero en Entrenamiento para Héroes queremos acabar con estas dos ideas. Cualquier momento del ser humano es sencillamente magnífico para hacer todo aquello que nos propongamos. Está claro que el cuerpo no es el mismo con 20 años que con 40 o con 70 años, pero nuestra esencia, nuestro espíritu no tiene edad.
Así que seas de la edad que seas, recuerda que las oportunidades que te da la vida para cumplir con tus sueños SIEMPRE están ahí, esperando en tu puerta para cuando las dejes entrar.
P.D.: No se me ocurre mejor representación que este corto canario (sencillamente magnífico) titulado “Las esperas”. Una lección de vida cargada de sabiduría y de carpe diem.