El ser humano necesita de los otros para mantenerse. Sí, es cierto. Nosotros solos, sin el resto... no somos nadie. Continuamente interactuamos con los demás buscando vínculos que establecer. Un amor, una amistad…al fin y al cabo, dependemos de otros pero… ¿dónde estaría el límite entre lo patológico y lo “normal”?
Seguro que muchos de vosotros (me atrevería a decir que casi la mayoría) ha escuchado alguna vez hablar del síndrome de Peter Pan. Seguro que si. Dan Kiley fue el encargado de dar a conocer este síndrome caracterizado porque el niño que crece pero no quiere hacerlo, puesto que quiere seguir siendo un niño. Son personas que muestran rasgos de inmadurez tanto a nivel psicológico y social, además de aspectos narcisistas, de irresponsabilidad y dependencia que se plasma en la culpabilización a los demás de los problemas. Huyen de cualquier relación de pareja estable porque no quieren compromisos ni ataduras. En su mayoría, este síndrome suele darse en el sexo masculino en la franja de edad de los 30 años.
Tal vez muchos tengáis en vuestra mente algún caso cercano con características de este tipo o simplemente estéis recordando la propia película de Peter Pan.
Recuerdo que cuando la vi de pequeña, me cautivó la magia de la película. Sin embargo, cuando ya crecí un poco, en torno a los 10 años, comencé a cuestionarme algunos aspectos de las películas que hasta ahora me habían fascinado. Una de ellas fue: Peter Pan. La cuestión que me rondaba la cabeza y que no podía entender era como esa joven, cándida, dulce y protectora, Wendy, eran tan… sumamente protectora. Preocupada constantemente por sus hermanos, por Peter Pan, por sus padres,…. Pero nunca se preocupaba por ella misma. Nunca llegué a entender y considerar ese nivel de protección como normal. Por ello, hace unos días me vino a la mente este recuerdo y decidí buscar información… ¡Menuda sorpresa!
El psicólogo Jaime Lira fue el responsable del descubrimiento del síndrome de Wendy. Se trata de esa necesidad total de satisfacer las necesidades y deseos de los demás antes que los propios. Fundamentalmente se suele dar en mujeres que se obligan a si mismas a cuidar a la pareja y los hijos. ¿Los motivos por los que actúan así? Absolutamente por el miedo al rechazo y al abandono. Puede ser que en su infancia se sintió desprotegida por parte de sus padres y en la actualidad, trate de compensar esa situación pasada por medio de la sobreprotección, evitando así que sus hijos “vivan lo que ella vivió”.
Un ejemplo sencillo que me viene a la mente son esas madres que están las 24 horas del día haciéndole la vida más fácil a los demás. Prácticamente le hacen los deberes a los hijos, se dedican por completo a las tareas del hogar, creen que el amor es un sacrificio constante, … sin dejar que tanto los demás como ellas mismas vuelen, que sean libres. Se sientan plenos, independientes.
Pese a todo, es un síndrome del que se puede salir, teniendo consciencia de cual es la raíz del problema y modificando la conducta perjudicial.
P.D. 1: puede que muchos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido un poco Wendy, tratando de satisfacer los deseos de alguien importante para nosotros. ¡Pero no nos olvidemos! Como todo, en el término medio está la virtud. Ni la sobreprotección ni el pasotismo. Con moderación siempre.
P.D. 2: Para aquellos que quieran conocer más sobre este síndrome: http://www.estilosalta.com/psico/44-psicologia/11633-wendy-sindrome.html
Seguro que muchos de vosotros (me atrevería a decir que casi la mayoría) ha escuchado alguna vez hablar del síndrome de Peter Pan. Seguro que si. Dan Kiley fue el encargado de dar a conocer este síndrome caracterizado porque el niño que crece pero no quiere hacerlo, puesto que quiere seguir siendo un niño. Son personas que muestran rasgos de inmadurez tanto a nivel psicológico y social, además de aspectos narcisistas, de irresponsabilidad y dependencia que se plasma en la culpabilización a los demás de los problemas. Huyen de cualquier relación de pareja estable porque no quieren compromisos ni ataduras. En su mayoría, este síndrome suele darse en el sexo masculino en la franja de edad de los 30 años.
Tal vez muchos tengáis en vuestra mente algún caso cercano con características de este tipo o simplemente estéis recordando la propia película de Peter Pan.
Recuerdo que cuando la vi de pequeña, me cautivó la magia de la película. Sin embargo, cuando ya crecí un poco, en torno a los 10 años, comencé a cuestionarme algunos aspectos de las películas que hasta ahora me habían fascinado. Una de ellas fue: Peter Pan. La cuestión que me rondaba la cabeza y que no podía entender era como esa joven, cándida, dulce y protectora, Wendy, eran tan… sumamente protectora. Preocupada constantemente por sus hermanos, por Peter Pan, por sus padres,…. Pero nunca se preocupaba por ella misma. Nunca llegué a entender y considerar ese nivel de protección como normal. Por ello, hace unos días me vino a la mente este recuerdo y decidí buscar información… ¡Menuda sorpresa!
El psicólogo Jaime Lira fue el responsable del descubrimiento del síndrome de Wendy. Se trata de esa necesidad total de satisfacer las necesidades y deseos de los demás antes que los propios. Fundamentalmente se suele dar en mujeres que se obligan a si mismas a cuidar a la pareja y los hijos. ¿Los motivos por los que actúan así? Absolutamente por el miedo al rechazo y al abandono. Puede ser que en su infancia se sintió desprotegida por parte de sus padres y en la actualidad, trate de compensar esa situación pasada por medio de la sobreprotección, evitando así que sus hijos “vivan lo que ella vivió”.
Un ejemplo sencillo que me viene a la mente son esas madres que están las 24 horas del día haciéndole la vida más fácil a los demás. Prácticamente le hacen los deberes a los hijos, se dedican por completo a las tareas del hogar, creen que el amor es un sacrificio constante, … sin dejar que tanto los demás como ellas mismas vuelen, que sean libres. Se sientan plenos, independientes.
Pese a todo, es un síndrome del que se puede salir, teniendo consciencia de cual es la raíz del problema y modificando la conducta perjudicial.
P.D. 1: puede que muchos de nosotros, en algún momento de nuestras vidas, hemos sido un poco Wendy, tratando de satisfacer los deseos de alguien importante para nosotros. ¡Pero no nos olvidemos! Como todo, en el término medio está la virtud. Ni la sobreprotección ni el pasotismo. Con moderación siempre.
P.D. 2: Para aquellos que quieran conocer más sobre este síndrome: http://www.estilosalta.com/psico/44-psicologia/11633-wendy-sindrome.html