Para muchos, la asertividad es un concepto muy similar, inclusive sinónimo, al de empatía. Sin embargo, la realidad es que ambas son habilidades sociales y por tanto, son herramientas de las que dispone el ser humano para mejorar las relaciones con los demás (aunque existen muchas otras que poco a poco iremos explicando) pero diferentes entre sí.
Como ya hemos visto en anteriores post, la empatía hace referencia a esa habilidad que nos permite comprender y entender desde el punto de vista de otras personas, lo cual no implica que se adopte dicha postura. Pero entonces… ¿qué es la asertividad?
La asertividad proviene de “assertus” que significa “acierto” o “aseverar”. Se trata de la conducta que permite a una persona actuar en base a sus intereses, defendiéndose sin ansiedad, mostrar sus sentimientos honestamente y sin negar los derechos de los otros.
Por tanto, es un punto medio entre la pasividad (cuando dejamos que los demás pasen de alto nuestras ideas o valores o cuando les permitimos que ellos decidan por nosotros) y la agresividad (cuando no se tolera ni se permite nada y además se vulnera el principio del respeto).
De esta forma, ser asertivo/a es: expresarse con acierto, sin herir a los demás pero tampoco dejarse acobardarse por ellos. Para ello, hay que tener presente el respeto hacia los otros y hacia nosotros mismos.
Veamos un ejemplo: vas a un restaurante y pides un plato de comida sin ajo. Sin embargo, cuando el camarero te trae tu plato te das cuenta de que hay ajos en tu plato, por lo que el camarero no ha hecho caso alguno a tu demanda. Frente a esto, se podrían actuar de tres formas. Primero, la persona pasiva se comería la comida pese a que no le gustase. Segundo, la persona agresiva se pondría muy furiosa, comenzaría a gritarle al camarero, le faltaría el respeto y probablemente haría que todo el restaurante se enterara del percance. Y tercero, el asertivo le diría al camarero, de una forma adecuada, que su plato era sin ajo, por lo que le pide amablemente que se lo cambie.
Por tanto, las personas asertivas son capaces de mantener su postura pero sin generar conflictos. Inclusive, estudios recientes señalan que esta habilidad puede ayudarnos en la prevención de trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión, trastornos alimenticios, etc.
P.D: Así que, es importante recordar, tal y como se recoge en nuestro decálogo de EPH, un héroe o heroína se mueve bajo el principio de la asertividad. Decálogo de EPH: http://entrenamientoparaheroes.weebly.com/decaacutelogo.html
Como ya hemos visto en anteriores post, la empatía hace referencia a esa habilidad que nos permite comprender y entender desde el punto de vista de otras personas, lo cual no implica que se adopte dicha postura. Pero entonces… ¿qué es la asertividad?
La asertividad proviene de “assertus” que significa “acierto” o “aseverar”. Se trata de la conducta que permite a una persona actuar en base a sus intereses, defendiéndose sin ansiedad, mostrar sus sentimientos honestamente y sin negar los derechos de los otros.
Por tanto, es un punto medio entre la pasividad (cuando dejamos que los demás pasen de alto nuestras ideas o valores o cuando les permitimos que ellos decidan por nosotros) y la agresividad (cuando no se tolera ni se permite nada y además se vulnera el principio del respeto).
De esta forma, ser asertivo/a es: expresarse con acierto, sin herir a los demás pero tampoco dejarse acobardarse por ellos. Para ello, hay que tener presente el respeto hacia los otros y hacia nosotros mismos.
Veamos un ejemplo: vas a un restaurante y pides un plato de comida sin ajo. Sin embargo, cuando el camarero te trae tu plato te das cuenta de que hay ajos en tu plato, por lo que el camarero no ha hecho caso alguno a tu demanda. Frente a esto, se podrían actuar de tres formas. Primero, la persona pasiva se comería la comida pese a que no le gustase. Segundo, la persona agresiva se pondría muy furiosa, comenzaría a gritarle al camarero, le faltaría el respeto y probablemente haría que todo el restaurante se enterara del percance. Y tercero, el asertivo le diría al camarero, de una forma adecuada, que su plato era sin ajo, por lo que le pide amablemente que se lo cambie.
Por tanto, las personas asertivas son capaces de mantener su postura pero sin generar conflictos. Inclusive, estudios recientes señalan que esta habilidad puede ayudarnos en la prevención de trastornos psicológicos como la ansiedad, la depresión, trastornos alimenticios, etc.
P.D: Así que, es importante recordar, tal y como se recoge en nuestro decálogo de EPH, un héroe o heroína se mueve bajo el principio de la asertividad. Decálogo de EPH: http://entrenamientoparaheroes.weebly.com/decaacutelogo.html