Al igual que la fiebre del oro en el S. XIX y a la actual fiebre del petróleo, existe otra, mucho más accesible para todos y todas, las Rebajas.
¿Por qué fiebre de las rebajas? Antes que nada debemos entender fiebre como “fenómeno que exalta una conducta y/o acción desproporcionada”.
¿Quién no recuerda esas imágenes en la televisión minutos antes que empezaran las rebajas? Colas, prisas, empujones, peleas y dinero, mucho dinero desperdiciado.
Parece ser que cuando llega esta época del año, olvidamos todo el esfuerzo invertido para ganar ese sueldo que merecemos, o peor, esa gente que no dispone de un nivel adquisitivo y que en ocasiones recurre a la financiación y a la deuda para adquirir un producto. En definitiva, un descontrol que nos perjudica más que beneficia.
No como héroes y heroínas, sino como consumidores y consumidoras, debemos tener en cuenta una serie de valores en estas fechas tan caóticas. Antes que nada, saber lo que necesitamos y lo que no, que nos llevan a ser conscientes y responsables de lo que disponemos.
Pero ¿qué tiene que ver todo esto con un héroe o heroína? Bastante, vivimos en sociedad y nos nutrimos de ella, ya sea para mal o para bien. Si no sabemos controlarnos, podemos acabar arrastrados y arrastradas por la marabunta de compradores y compradoras enfermizas.
Tener un objetivo, pensar en cómo conseguirlo y disfrutar de ello es básico en nosotros y nosotras, todo esto es extrapolable a cualquier aspecto de la vida, la fiebre por las rebajas, no lo es.
¿Por qué fiebre de las rebajas? Antes que nada debemos entender fiebre como “fenómeno que exalta una conducta y/o acción desproporcionada”.
¿Quién no recuerda esas imágenes en la televisión minutos antes que empezaran las rebajas? Colas, prisas, empujones, peleas y dinero, mucho dinero desperdiciado.
Parece ser que cuando llega esta época del año, olvidamos todo el esfuerzo invertido para ganar ese sueldo que merecemos, o peor, esa gente que no dispone de un nivel adquisitivo y que en ocasiones recurre a la financiación y a la deuda para adquirir un producto. En definitiva, un descontrol que nos perjudica más que beneficia.
No como héroes y heroínas, sino como consumidores y consumidoras, debemos tener en cuenta una serie de valores en estas fechas tan caóticas. Antes que nada, saber lo que necesitamos y lo que no, que nos llevan a ser conscientes y responsables de lo que disponemos.
Pero ¿qué tiene que ver todo esto con un héroe o heroína? Bastante, vivimos en sociedad y nos nutrimos de ella, ya sea para mal o para bien. Si no sabemos controlarnos, podemos acabar arrastrados y arrastradas por la marabunta de compradores y compradoras enfermizas.
Tener un objetivo, pensar en cómo conseguirlo y disfrutar de ello es básico en nosotros y nosotras, todo esto es extrapolable a cualquier aspecto de la vida, la fiebre por las rebajas, no lo es.