Nicolás estaba en su mecedora. Sus médicos argumentan que ya no recuerda nítidamente, pero de alguna manera, todos su familiares creen que las sensaciones no se pueden olvidar. Y es que esa mecedora, fue hecha a mano por su padre, un carpintero que a base de lápiz, metro y cartucho pudo sobrellevar a una familia de cinco hijos. La mecedora tuvo un motivo de creación. Calixto, el padre de Nicolás, se la había regalado a Luisa, su mujer, cuando ésta, se aficionó a tomar té cada tarde. Se sentaba en esa amplia silla de madera, mientras le leía sobre como cuidar un huerto al varón y el más pequeño de sus hijos, Nicolás. A ella le encantaba todo tipo de flores, y la agricultura le resultaba un regalo de la naturaleza.
Años más tarde, en sus últimos años de vida, cada tarde solo quería que le leyesen el mismo libro que leía a Nicolás de pequeño, mientras se recostaba en su mecedora, tapada con una mantita de cuadros rojos y verdes iba cerrando los ojos y así hasta cada amanecer.
Nicolás, siempre estuvo muy apegado a su madre. Fue el último de los hermanos en independizarse, y no precisamente por ser el menor. Sino porque su vínculo era mayor que el resto. Quizás puede que eso fuera el detonante, que tras fallecer Luisa, también una gran parte de Nicolás murió, entre ello, su memoria.
Sus psicólogos le diagnosticaron resolución de duelo complicado. Sus hermanos, una depresión camuflada, y sus compañeros de trabajo “el rarito“.
Años más tarde, en sus últimos años de vida, cada tarde solo quería que le leyesen el mismo libro que leía a Nicolás de pequeño, mientras se recostaba en su mecedora, tapada con una mantita de cuadros rojos y verdes iba cerrando los ojos y así hasta cada amanecer.
Nicolás, siempre estuvo muy apegado a su madre. Fue el último de los hermanos en independizarse, y no precisamente por ser el menor. Sino porque su vínculo era mayor que el resto. Quizás puede que eso fuera el detonante, que tras fallecer Luisa, también una gran parte de Nicolás murió, entre ello, su memoria.
Sus psicólogos le diagnosticaron resolución de duelo complicado. Sus hermanos, una depresión camuflada, y sus compañeros de trabajo “el rarito“.