Durante mi adolescencia, sentía mucha incomodidad cuando iba a alguna fiesta de cumpleaños. O si las quedadas eran con todos aquellos que no fueran de mi pandilla.
Ese momento en que hay pedirle al camarero la bebida. Y tras escuchar de mis compañeros: Una cerveza, un mojito, un cubata, etc. Llegaba yo, y...agua fría sin gas por favor. Era el centro de atención en ese momento. Y me sentía fatal. Como si no encajara en ese momento. Un...quiero salir corriendo.
A día de hoy, esa sensación de rechazo no la tengo. Primero, porque mis amigos más íntimos opinan de la misma manera que yo y segundo, porque tengo un filtro dónde dejo que me preocupe solo ciertas personas que quiero.
No es nuevo, si consideramos que las generaciones de pre-adolescentes ya inician en el mundo de la bebida, en edades tan cortas que es alarmante. Tras esa reflexión, me cuestiono, el por qué de esta moda y el por qué sigue continuando.
A mi modo de ver, considero que es por comodidad. Por no tener dos dedos de frente y seguir la masa borreguil. Y lo peor aún, porque no somos capaces de divertirnos si tenemos un estado de conciencia normal. ¿Qué es un estado de conciencia? ¿Y por qué se acompaña de “normal“? ¿Lo hay anormal? Pues sí, brevemente aquí la categorización:
Estado de Conciencia: Ser capaz de tener el control al 100% de ti mismo. Es lo que denominamos: estado de conciencia normal. Pero éste, puede variar mediante diversas formas:
-No patológico: Es ese momento en que te levantas de la siesta tras haber soñado con cucarachas y corriendo, coges el zapato e intentas como un loco matar al bicho. Hasta que empiezas a volver a tu estado de conciencia y rezas, porque nadie...te haya visto haciendo el bobo de esa manera. ¡Era todo un sueño! Ups...
-Patológico: Alucinaciones, depresión, psicosis, intoxicación...
Por tanto, si consumimos alcohol, drogas y demás estupefacientes, estamos perdiendo la capacidad de manejar nuestra vida. Una vida, que probablemente no nos llene, de la cual hay demasiados problemas durante el día, que se necesita beber para olvidarlos por la noche.
Como me dijo una gran persona una vez, el problema de las personas que no son felices es que tendrán que recurrir a lo externo para engañar y ocultar lo que mata por dentro. Y así, es como surge todas las adicciones. Porque estamos fabricados para el bienestar. Y si no lo “somos“, lo intentaremos “tener“. Y aquí, el lema de viceroy, es una verdad como un templo.
PD: Acompañamos un vídeo, dónde personalmente, me resulta una idea PERFECTA, en que en el equilibrio, está la clave.
Si no fumas 30 cigarros, no comes 20 platos de comida, no practicas sexo 14 veces en un día. No te excedas entonces tampoco en la bebida:
Ese momento en que hay pedirle al camarero la bebida. Y tras escuchar de mis compañeros: Una cerveza, un mojito, un cubata, etc. Llegaba yo, y...agua fría sin gas por favor. Era el centro de atención en ese momento. Y me sentía fatal. Como si no encajara en ese momento. Un...quiero salir corriendo.
A día de hoy, esa sensación de rechazo no la tengo. Primero, porque mis amigos más íntimos opinan de la misma manera que yo y segundo, porque tengo un filtro dónde dejo que me preocupe solo ciertas personas que quiero.
No es nuevo, si consideramos que las generaciones de pre-adolescentes ya inician en el mundo de la bebida, en edades tan cortas que es alarmante. Tras esa reflexión, me cuestiono, el por qué de esta moda y el por qué sigue continuando.
A mi modo de ver, considero que es por comodidad. Por no tener dos dedos de frente y seguir la masa borreguil. Y lo peor aún, porque no somos capaces de divertirnos si tenemos un estado de conciencia normal. ¿Qué es un estado de conciencia? ¿Y por qué se acompaña de “normal“? ¿Lo hay anormal? Pues sí, brevemente aquí la categorización:
Estado de Conciencia: Ser capaz de tener el control al 100% de ti mismo. Es lo que denominamos: estado de conciencia normal. Pero éste, puede variar mediante diversas formas:
-No patológico: Es ese momento en que te levantas de la siesta tras haber soñado con cucarachas y corriendo, coges el zapato e intentas como un loco matar al bicho. Hasta que empiezas a volver a tu estado de conciencia y rezas, porque nadie...te haya visto haciendo el bobo de esa manera. ¡Era todo un sueño! Ups...
-Patológico: Alucinaciones, depresión, psicosis, intoxicación...
Por tanto, si consumimos alcohol, drogas y demás estupefacientes, estamos perdiendo la capacidad de manejar nuestra vida. Una vida, que probablemente no nos llene, de la cual hay demasiados problemas durante el día, que se necesita beber para olvidarlos por la noche.
Como me dijo una gran persona una vez, el problema de las personas que no son felices es que tendrán que recurrir a lo externo para engañar y ocultar lo que mata por dentro. Y así, es como surge todas las adicciones. Porque estamos fabricados para el bienestar. Y si no lo “somos“, lo intentaremos “tener“. Y aquí, el lema de viceroy, es una verdad como un templo.
PD: Acompañamos un vídeo, dónde personalmente, me resulta una idea PERFECTA, en que en el equilibrio, está la clave.
Si no fumas 30 cigarros, no comes 20 platos de comida, no practicas sexo 14 veces en un día. No te excedas entonces tampoco en la bebida: