Buenos días héros y heroínas, ¿qué tal empieza esta mañana de domingo? A pesar de este mal tiempo espero que bien y que lo empecéis con ganas. Es también un buen día, para las zonas donde la lluvia no para de caer, para aquellos que se dedican a la Música, estar en casa y aprovechar para darle caña a sus instrumentos junto a un buen chocolate caliente. ¿Qué quiero decir con esto? Que ser músico no es fácil. Hoy, en EPH, os hablaré de lo que es ser músico.
La Música nos invade en todos lados, halla a donde vallamos siempre, siempre, habrá Música. Y si no es porque sale de unos altavoces será porque la creamos nosotros mismos. Hay quien se dedica a la Música por hobby y hay quien se dedica un poquito más a ello y lo lleva a lo profesional. Quien decide dedicarse a ello por profesión será porque le sale del corazón porque, queridos héroes y heroínas, esta profesión no es fácil. "Como cualquier otra"-pensaréis. Si, tal vez como cualquier otra, pero esto es, además de sonidos, un lenguaje. Dedicarte a ello no significa coger tu instrumento y dedicarle cinco escasos minutos. No, no es sólo eso. A medida que avanzas le vas dedicando más tiempo, más horas, más sacrificios... "-¿Quedamos esta tarde para ir al cine? -No puedo, he de ensayar" Esta clase de circunstancias hay gente que no las comprende. Muchas personas creen que la música es como quien aprende a tocar la flauta en el colegio y ya está. Pues no. Tampoco es sólo un instrumento, también hay más asignaturas para poder leer y comprender la Música, además de educar el oído. Ser músico requiere ciertos sacrificios igual que si estudias Derecho, Medicina, Magisterio, Psicología, Historia... Incluso más si me dejáis decirlo. Quien empieza también desde niño, hay quien falta a alguna clase del colegio para llevar a la clase de música de la tarde bien tocadas sus partituras (a menudo, esta clase de gente son aquellas que estudian en un Conservatorio). Los músicos nos sacrificamos desde muy pequeñitos, y algunos no tienen la misma infancia que una persona que no lo estudia, pero no por ello deja de ser fascinante. Hay quien nace con ello y hay quien se forma. Estudiar música es frustración, diversión, nostalgia, glorias, decepciones, entretenimiento... Siempre hay buenos y malos momentos. Ser músico es estar horas en una cabina con la partitura, el afinador y el lápiz para anotaciones. Y aquellos que están en orquesta, banda, cámara o tienen sus propios grupos, también tienen su mérito: surge el compañerismo, la conexión, las ideas entre notas y notas, la unión entre un instrumento y otro, la armonía, los intrumentos hablan gracias a que nosotros sacamos lo que hay dentro, el compartir la emoción de un concierto, esos apalusos, y a veces fraudes que se equilibran con el apoyo de cada uno de nosotros... Y aquellas personas que aprenden por si solos son dignos de admirar. Y muchos no saben que pertenecer a un conjunto es increíble pues todos los que están ahí comparten algo y ese algo sólo se puede sentir estando ahí. Ser músico es como un pintor: es ser expresivo, apasionado, creativo... Dedicarte a ello no es fácil pero tampoco imposible. Si aquellos que no le dedicaramos tiempo al sonido no habría Música, en ningún lado y triste es que no se nos valore como se debería; triste es que no se nos de la importancia que se nos debería de dar. Ser músico es querer dar a los demás un poquito de ti, es querer darles un momento de magia, de diversión, de placer... A veces no es fácil sentarse frente a las partituras, pero como en todo. Y que bonito es aprender un lenguaje que yo me atrevería a decir que es UNIVERSAL. Ni el inglés ni el alemán, la Música. Puedes expresar alegría, tristeza, miedo..., ya sea con música antigua como moderna. Ser músico es ser diferente, es ver más allá de lo que podrían ver otras personas, es creer en cosas que otras personas no creen... Los músicos nos dejamos los dedos, las manos, los pulmones y la espalda, y muchas veces desearíamos tirarlo todo por la borda, pero luego, al ver los resultados, resulta gratificante ver lo que uno a logrado con el esfuerzo, las ganas y los sacrificios que ha hecho. Al final, vale la pena. El instrumento puede llegar a ser un amigo, puede llegar incluso a quitar esos momentos de soledad. Hablar de esto resulta hasta casi un poco complicado porque todo ello hay que vivirlo, desde mi punto de vista, para comprender lo que quiero decir.
Para terminar quisiera decir que es una pena que con la nueva ley de educación se quiera quitar esta asignatura de primaria y secundaria. Quisiera dar mi punto de vista: esta asignatura es como otra cualquiera y de hecho esta asignatura llena al ser humano, lo hace sensible, compañero, su capacidad de concentración será mayor, lo hace ágil, creativo... Es injusto que tengan que quitar (o poner de optativa) una enseñanza que es totalmente completa o al menos así debería de ser. Música no debería de estar sólo en Escuelas de Música ni en Conservatorios, sino además también en los colegios e institutos. La Música es un buen aprendizaje para los más pequeñines, igual que la pintura. Esperemos que si no puede ser ahora, que al menos el día de mañana pueda seguir como ha sido hasta ahora y mejorando. Hasta entonces no dejemos de luchar por algo que es hermosísimo y que sin ello el mundo sería puro silencio, y que los que hoy somos músicos no podríamos transmitir lo que ha nosotros nos han enseñado y no podríamos, tal vez desde una edad temprana, hacer músicos.
P.D.: no olvidéis que cualquier esfuerzo, por muy doloroso que sea, vale la pena.
La Música nos invade en todos lados, halla a donde vallamos siempre, siempre, habrá Música. Y si no es porque sale de unos altavoces será porque la creamos nosotros mismos. Hay quien se dedica a la Música por hobby y hay quien se dedica un poquito más a ello y lo lleva a lo profesional. Quien decide dedicarse a ello por profesión será porque le sale del corazón porque, queridos héroes y heroínas, esta profesión no es fácil. "Como cualquier otra"-pensaréis. Si, tal vez como cualquier otra, pero esto es, además de sonidos, un lenguaje. Dedicarte a ello no significa coger tu instrumento y dedicarle cinco escasos minutos. No, no es sólo eso. A medida que avanzas le vas dedicando más tiempo, más horas, más sacrificios... "-¿Quedamos esta tarde para ir al cine? -No puedo, he de ensayar" Esta clase de circunstancias hay gente que no las comprende. Muchas personas creen que la música es como quien aprende a tocar la flauta en el colegio y ya está. Pues no. Tampoco es sólo un instrumento, también hay más asignaturas para poder leer y comprender la Música, además de educar el oído. Ser músico requiere ciertos sacrificios igual que si estudias Derecho, Medicina, Magisterio, Psicología, Historia... Incluso más si me dejáis decirlo. Quien empieza también desde niño, hay quien falta a alguna clase del colegio para llevar a la clase de música de la tarde bien tocadas sus partituras (a menudo, esta clase de gente son aquellas que estudian en un Conservatorio). Los músicos nos sacrificamos desde muy pequeñitos, y algunos no tienen la misma infancia que una persona que no lo estudia, pero no por ello deja de ser fascinante. Hay quien nace con ello y hay quien se forma. Estudiar música es frustración, diversión, nostalgia, glorias, decepciones, entretenimiento... Siempre hay buenos y malos momentos. Ser músico es estar horas en una cabina con la partitura, el afinador y el lápiz para anotaciones. Y aquellos que están en orquesta, banda, cámara o tienen sus propios grupos, también tienen su mérito: surge el compañerismo, la conexión, las ideas entre notas y notas, la unión entre un instrumento y otro, la armonía, los intrumentos hablan gracias a que nosotros sacamos lo que hay dentro, el compartir la emoción de un concierto, esos apalusos, y a veces fraudes que se equilibran con el apoyo de cada uno de nosotros... Y aquellas personas que aprenden por si solos son dignos de admirar. Y muchos no saben que pertenecer a un conjunto es increíble pues todos los que están ahí comparten algo y ese algo sólo se puede sentir estando ahí. Ser músico es como un pintor: es ser expresivo, apasionado, creativo... Dedicarte a ello no es fácil pero tampoco imposible. Si aquellos que no le dedicaramos tiempo al sonido no habría Música, en ningún lado y triste es que no se nos valore como se debería; triste es que no se nos de la importancia que se nos debería de dar. Ser músico es querer dar a los demás un poquito de ti, es querer darles un momento de magia, de diversión, de placer... A veces no es fácil sentarse frente a las partituras, pero como en todo. Y que bonito es aprender un lenguaje que yo me atrevería a decir que es UNIVERSAL. Ni el inglés ni el alemán, la Música. Puedes expresar alegría, tristeza, miedo..., ya sea con música antigua como moderna. Ser músico es ser diferente, es ver más allá de lo que podrían ver otras personas, es creer en cosas que otras personas no creen... Los músicos nos dejamos los dedos, las manos, los pulmones y la espalda, y muchas veces desearíamos tirarlo todo por la borda, pero luego, al ver los resultados, resulta gratificante ver lo que uno a logrado con el esfuerzo, las ganas y los sacrificios que ha hecho. Al final, vale la pena. El instrumento puede llegar a ser un amigo, puede llegar incluso a quitar esos momentos de soledad. Hablar de esto resulta hasta casi un poco complicado porque todo ello hay que vivirlo, desde mi punto de vista, para comprender lo que quiero decir.
Para terminar quisiera decir que es una pena que con la nueva ley de educación se quiera quitar esta asignatura de primaria y secundaria. Quisiera dar mi punto de vista: esta asignatura es como otra cualquiera y de hecho esta asignatura llena al ser humano, lo hace sensible, compañero, su capacidad de concentración será mayor, lo hace ágil, creativo... Es injusto que tengan que quitar (o poner de optativa) una enseñanza que es totalmente completa o al menos así debería de ser. Música no debería de estar sólo en Escuelas de Música ni en Conservatorios, sino además también en los colegios e institutos. La Música es un buen aprendizaje para los más pequeñines, igual que la pintura. Esperemos que si no puede ser ahora, que al menos el día de mañana pueda seguir como ha sido hasta ahora y mejorando. Hasta entonces no dejemos de luchar por algo que es hermosísimo y que sin ello el mundo sería puro silencio, y que los que hoy somos músicos no podríamos transmitir lo que ha nosotros nos han enseñado y no podríamos, tal vez desde una edad temprana, hacer músicos.
P.D.: no olvidéis que cualquier esfuerzo, por muy doloroso que sea, vale la pena.