Saludos héroes y heroínas.
Durante el breve tiempo que llevo estudiando Historia, siempre me ha parecido muy curioso cómo solo se recuerda, en la sociedad, a las grandes figuras y hechos relevantes, tema totalmente contradictorio con lo que te enseñan, haciendo gran hincapié en estudiar la sociedad y no a las élites de ella.
Cada año se gradúan, y aún se licencian, cientos de chicos y chicas, aportando a la sociedad ya no solo un puestos de trabajo, sino investigación y enseñanza.
Sí a la gran mayoría nos enseñan que no debemos olvidar al pueblo, con esa rama de la historia llamada, Historia de las mentalidades e Historia desde abajo, ¿por qué seguimos haciéndolo?
Soy de esa clase de personas que cree en ocasiones donde, al contrario que el dicho popular, mil palabras valen más que una imagen, por eso os dejaré este fragmento de la obra de Bertolt Brecht, “Preguntas de un obrero que lee”:
“¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas? En los libros están los nombres de los reyes. ¿Arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, tantas veces destruida, ¿quién la reconstruyó otras tantas?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían sus albañiles?
¿Adónde fueron la noche en que se acabó la muralla china los obreros?
Roma la grande está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los levantó? ¿Sobre quién triunfaron los césares?
¿Tenía la tan cantada Bizancio solo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida vociferaban, en la noche en que el mar se la tragó, los que se hundían, a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿Él sólo?
César derrotó a los galos. ¿No llevaba ni siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota se hundió. ¿No lloró nadie más?
Federico Segundo venció en la Guerra de los Siete Años. ¿Quién/más venció?
Cada página una victoria. ¿Quién preparaba el banquete del triunfo?
Cada diez años un gran hombre. ¿Quién pagaba los gastos?
Tantos relatos, tantas preguntas”
Con este ejemplo, lo que busco es que siempre recordemos que todos y todas construimos la historia, todos y todas formamos parte de la sociedad, de las costumbres y de la vida, por ello, no nos olvidemos de quienes nos precedieron ni con quien compartimos nuestro día a día.
Porque cuando nos vayamos, solo estará la historia y si la olvidamos, ¿qué quedará?
Buenas noches.
Durante el breve tiempo que llevo estudiando Historia, siempre me ha parecido muy curioso cómo solo se recuerda, en la sociedad, a las grandes figuras y hechos relevantes, tema totalmente contradictorio con lo que te enseñan, haciendo gran hincapié en estudiar la sociedad y no a las élites de ella.
Cada año se gradúan, y aún se licencian, cientos de chicos y chicas, aportando a la sociedad ya no solo un puestos de trabajo, sino investigación y enseñanza.
Sí a la gran mayoría nos enseñan que no debemos olvidar al pueblo, con esa rama de la historia llamada, Historia de las mentalidades e Historia desde abajo, ¿por qué seguimos haciéndolo?
Soy de esa clase de personas que cree en ocasiones donde, al contrario que el dicho popular, mil palabras valen más que una imagen, por eso os dejaré este fragmento de la obra de Bertolt Brecht, “Preguntas de un obrero que lee”:
“¿Quién construyó Tebas, la de las siete puertas? En los libros están los nombres de los reyes. ¿Arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, tantas veces destruida, ¿quién la reconstruyó otras tantas?
¿En qué casas de la dorada Lima vivían sus albañiles?
¿Adónde fueron la noche en que se acabó la muralla china los obreros?
Roma la grande está llena de arcos de triunfo. ¿Quién los levantó? ¿Sobre quién triunfaron los césares?
¿Tenía la tan cantada Bizancio solo palacios para sus habitantes? Hasta en la fabulosa Atlántida vociferaban, en la noche en que el mar se la tragó, los que se hundían, a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India. ¿Él sólo?
César derrotó a los galos. ¿No llevaba ni siquiera un cocinero?
Felipe de España lloró cuando su flota se hundió. ¿No lloró nadie más?
Federico Segundo venció en la Guerra de los Siete Años. ¿Quién/más venció?
Cada página una victoria. ¿Quién preparaba el banquete del triunfo?
Cada diez años un gran hombre. ¿Quién pagaba los gastos?
Tantos relatos, tantas preguntas”
Con este ejemplo, lo que busco es que siempre recordemos que todos y todas construimos la historia, todos y todas formamos parte de la sociedad, de las costumbres y de la vida, por ello, no nos olvidemos de quienes nos precedieron ni con quien compartimos nuestro día a día.
Porque cuando nos vayamos, solo estará la historia y si la olvidamos, ¿qué quedará?
Buenas noches.