Cada día que te levantas, la vida te enseña que nunca dejarás de aprender. Creemos saber qué pasará mañana (para ello hacemos planes), sin embargo, el mañana es efímero y sólo hay un “aquí y ahora”. El resto es humo que se nos escapa entre nuestros dedos…
Por ciertas razones, el viernes por la noche acabé visitando el hospital, no para mi directamente sino para alguien que forma parte de mi, ese alguien que tiene un “Pase Vip” en mi vida. Sólo podían entrar pacientes. Yo como acompañante no podía. Tras unas largas cuatro horas sin tener noticias de ese alguien mío, llamado Teté, sentía angustia, nerviosismo, desesperación, miedo,… ¿Y si ha pasado algo grave? Pensé.
Sin más, pedí pasar y finalmente, pude acceder al hospital
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